Mañanas

Hoy mi despiste me hizo abrir los sentidos al mundo. Fui consciente de que la pareja que vi hace unos días en mi mismo vagón se regala el primer cariño del día en la línea 7. También eché de menos a quien normalmente escucho en segundo plano, en ocasiones una flauta, en otras un violín. Y fui más consciente que nunca de que Nico y su mujer hace semanas que no llenan de notas el metro. Hoy he sigo testigo de la marcha militar de los que despertamos bajo tierra, la actitud casi ritual de quienes nos ubicamos ante la última puerta porque así ahorramos unos segundos hasta el cielo de Madrid y la expresión de abandono de quienes llegan a una estación sin cobertura. Todo sonaría revelador si no fuera porque solo pienso en encontrar mis auriculares.

Comentarios

Entradas populares