A juicio

No me mires así.
O me vas a decir ahora que nunca has visto a nadie tan desesperado.
No creo que sea la primera vez que te enfrentas a alguien al borde del ultimátum;
de tirar la toalla, pero hacia otro baño;
de rescindir con preaviso aunque no exista un contrato.
La vida da muchas vueltas,
el problema son las espirales que no llevan a ningún lado,
y yo ya me he puesto una alerta con destino indeterminado.
No me mires así.
Tampoco lo tengo tan claro.
Claro que asusta virar y perder tu escaño,
más aún cuando el ovillo puede acabar enmarañado.
Pero dime, tú que sabes tanto: ¿qué hago?
¿Continúo usando velcro o pongo cordón al zapato?


Comentarios

Entradas populares