Agua en el asfalto

Cuando el cielo escoge el vestido gris la pereza acumula coronas. Hoy he salido a la calle con las botas de agua, el paraguas a topos y las sábanas destrozadas. Pobres. Se han quedado llorando en la habitación, pensando por qué no son el Plan A en días como el de hoy. Esos días en los que el suelo del autobús está empapado, cuando llevar un cordón desatado se convierte en drama y el choque de paraguas es una constante en Fuencarral.
Esta noche, el señor del tiempo volverá a ser el malo de la película y el Sol lo verá sonriendo desde su sofá.

Comentarios

Entradas populares