Run run run
Una vez más he despertado riñendo al mundo por demasiadas cosas. La suerte decidió no comer las uvas por el momento y se ríe tras cada intento desde el otro lado del calendario.
Yo quito la etiqueta a un nuevo lunes tras guardar en una lata de galletas los granos de arena que quisieron ver mundo via AVE. Y escuece. Vaya si escuece.
Son tiempos en los que no pides al reloj que se detenga, sino que sueñas con el último sprint de las agujas y que baje de verdad el carrillón.
Comentarios
Publicar un comentario