El reinado de las comas
No me digas que no es bonito,
haber pasado 365,
que las manos se quieran aún más cerca,
que los besos se deseen en jornada laboral.
No me digas que no es bonito
que de nuevo hayamos huido
al primer sitio donde nos quisimos
fuera de zonas de seguridad.
No me digas que no es bonito,
que el castillo no se haya caído,
que el Sol caliente en septiembre
para que podamos saltar.
No me digas que no es bonito
que todo y nada tengan sentido,
que ni una granada se resista
a acabar en tu paladar.
No me digas que no es bonito
rendirse a la corriente del río,
que el agua se deslice con fuerza
mientras nadie debe mirar.
No me digas que no es bonito
que sin habernos despedido
ya nos echáramos de menos
y empezáramos a contar.
No me digas que no es bonito
dibujar otro punto y seguido,
sin dejar de pensar en el día
en que las comas puedan reinar.
Comentarios
Publicar un comentario