Sinfin
Tras el beso que firmaba el fin, la historia continuaba. Dos secuelas independientes, de las que sólo los protagonistas conocían la verdadera trama.
Ella se acostó entre flores y plumas; él retó a las estrellas, que creyeron ser más rápidas.
Ambos fueron conscientes de que los finales siempre arrancan; pero cuando unas horas agonizan, infinitas más largas ya están preparadas.
Acabó el día sonriendo a sus manos, que nunca estuvieron tan relajadas.
Ella se acostó entre flores y plumas; él retó a las estrellas, que creyeron ser más rápidas.
Ambos fueron conscientes de que los finales siempre arrancan; pero cuando unas horas agonizan, infinitas más largas ya están preparadas.
Acabó el día sonriendo a sus manos, que nunca estuvieron tan relajadas.
A veces los finales son inevitables, y termina con todo lo bonito que se construyo en un segundo, convirtiéndonos en extraños, excelente entrada.
ResponderEliminar¡Me alegro de que te haya gustado! :)
EliminarHay finales inevitables
ResponderEliminarUn abrazo
Lo importante es que pueda existir un nuevo inicio... :)
Eliminar¡Otro abrazo para ti!
bello, delicado, melancólico.
ResponderEliminarMe gusto. Saludos, Nahuel.
¡Muchas gracias Nahuel! Me alegro de que te haya gustado :)
Eliminarme has dejado perplejo.
ResponderEliminar¡Wow! Pues me alegro ;)
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