Bucle

No soy capaz de enumerar las veces que las letras se imprimieron solas a base de tinta con sal. Casi tantas como las noches en las que estuviste presente únicamente tras un cristal. Y el bucle no se detiene ni se tiñe de coral, los punzones nunca duermen ni se cansan de arañar. A veces se esfuma la meta si huele a felicidad.

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