Abono
Se marchita. Es el fruto de la humedad parásita. Dormida, espectante.
Brotes confiados resurgen algún lunes, empujados por el recuerdo de lo que, probablemente, nunca fue.
Entonces despierta. Lumia indómita. Y ahoga a los dispares con la banda sonora del rechinar de un tenedor.
Y a pudrirse otra vez.
Brotes confiados resurgen algún lunes, empujados por el recuerdo de lo que, probablemente, nunca fue.
Entonces despierta. Lumia indómita. Y ahoga a los dispares con la banda sonora del rechinar de un tenedor.
Y a pudrirse otra vez.
Encantadora furia en estas letras. A la vez, algo de resignación. Un placer.
ResponderEliminarNahuel.
Un ciclo ancestral pero desde una mirada distinta.
ResponderEliminarEstas invitada a la "cazaconejos"
http://nidaeldore.blogspot.com
Besos Daniel