punto y seguido
¿Sabes? Hoy compré unas cerillas de las que devoran mordazas y unos alicates que al peor grillete le pueden hacer sangrar. Porque no quiero labios ahogados ni brazos atados a la espalda, ni kilos de paciencia que caduquen sin madurar. También guardo hasta que vuelvas el más potente de los explosivos, de ésos que en las películas derriban el rascacielos mayor. Y entonces, cuando inhales de nuevo el aire sin hachedoso, dejaré mi torpeza a un lado y limpiaré los restos de aceite para que no resbalemos más ninguno de los dos.
El destinatario temblará con tales ofrecimientos. Bien por la prosa, su sentido y decires. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias a Julio acabo de descubrir tu blog, y lo que he visto me ha gustado mucho, me quedo por tu blog.
ResponderEliminarUn beso.