Cuatro ceros

Pensó en regalarle sonrisas... pero sonreía desde el segundo cero. 
Quiso romper el reloj... pero ya había dejado de existir el tiempo.
Se propuso romper las fronteras... pero sus pieles ya habían devorado los metros.
Y aunque soñó seguir un camino fácil... jamás dieron esquinazo a los retos.



Tal vez se cuenten en decenas de miles también los minutos (mal)gastados en estas líneas. Puede que el reloj haya recorrido menos o, quizás, incluso, el segundero se halle aturdido tras tanto tic-tac. Bienvenidos a quienes comencéis a derrochar en vuelos minutos y dioptrías, y gracias y muchasveces a quienes continuéis llenando el platillo de la balanza con esencia de mariposas. 

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