Psicópatas insomnios

La tentación puede con mis músculos.
- No, no me gustan.
La pólvora huele demasiado cuando reposa tan cerca.
No pude resistirlo.
Dos, silenciosos, por la espalda. Cobarde, sí.

Olvidaré sus reversos mientras cuento las rayas.

Comentarios

  1. y así son tus poemas. llegan de improviso y perforan hondo, mientras cuento las rayas.
    muy hermoso escalofrío.
    un beso.

    -juraría haber dejado comentario en la entrada de abajo, puede que se borrase en los días blogger. no importa; fantástico también. aún me pesan esas teclas-

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  2. Toda idea entre tus dedos cobra fuerza y entrega al lector una fábula en versos que se devoran gustosos.
    Un abrazo.

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