Vidrio y papel
Sólo fui capaz de ver ese par de luceros vidriosos que amenazaban con llover. Esas pupilas de carbón que sólo sabían suplicar.
Pero no pude prometerte el cielo, aunque el alma se me partiese en dos. Bien sabes que alargué cuanto pude los brazos, pero no logré ni rozar lo que necesitabas de mí. Pude venderte labios de humo, tal vez disfrazarlos de besos sinceros y conseguir que tu sonrisa me perteneciera sin querer. Apoderarme de tus brazos hasta el fin de los días, adueñarme de tus caricias y tenerte por tener.
Siento no poder evaporar esos hilitos salados que ahora recorren tus mejillas ni ser quien soñaste que te abrazaría para poder dormir. A veces los sueños se borran de repente, pero hoy yo he decidido comenzar a escribir.
Eso que te has decidido a escribir es maravilloso y estupendo. Sigue haciendolo. sigue escribiendo.
ResponderEliminaryo seguire leyendote.
Siempre los pronombres marcan tus escritos y el buen gusto rezuma en ellos.
ResponderEliminarUn abrazo!!