Sustos y mentiras
- ¿No te asusta?
- ¿El qué?
- El tiempo. Que de pronto pase tan despacio, que parezca que el reloj se ha rendido al infinito y el único motivo sea que me muero de ganas de volver a sentirte.
- Lo que más asusta es que cuando al fin te tengo frente a mí transcurra tan deprisa.
- ¿El qué?
- El tiempo. Que de pronto pase tan despacio, que parezca que el reloj se ha rendido al infinito y el único motivo sea que me muero de ganas de volver a sentirte.
- Lo que más asusta es que cuando al fin te tengo frente a mí transcurra tan deprisa.
No me asusta que mi sonrisa sea perenne cuando me enfrento a unas simples palabras ni que la soledad de mi piel me impida no acordarme de la tuya. Tampoco tengo miedo de que pases frío por las noches ni de desear ser quien logre que eso no ocurra bajo ninguna luna más. No me tiemblan las piernas pensando en que las horas pasarán y te miraré a los labios antes de comerte a besos, ni que me los muerda cuando recuerdo cómo tú lo hiciste más de una vez pero menos de las que lo harás.
Dicen que mentimos varias veces al día... a mi lista se suma una más.
De cuando en vez ¡una mentirilla! Qué sería de nosotros sin ellas... y sin tus letras.
ResponderEliminarUn abrazo