
Cuando quieras volvemos a la ciudad de las calles en familia, el piso con piscina y los besos en ningún ascensor; comes mi mitad de hamburguesa encima de una alfombra, nos contamos los lunares y me hablas del país donde la lluvia se fue en el mismo momento en el que me fui yo.
Yo mientras espero tirada en la arena de construcción, empapándome en el agua donde viven los peces que nadan sin miedo y me recuerdan el miedo que sin querer paso yo.
Bienvenido verano.
hola, solo queria decirte que me han gustado mucho tus escritos. un saludo :)
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