Si miro y no te veo
A veces miro hacia atrás y te veo.
Te veo en ese columpio del que te gustaba colgarte mientras sonreías y el sol lamía tu cara palmo a palmo.
A veces miro hacia atrás y te veo.
Te veo sentado en ese banco donde comiendo un helado me contabas cuánto te gustaba aquella canción de aquel hombre de voz cascada de los 19 días y las 500 noches.
A veces miro hacia atrás y te veo.
Te veo mientras me ves, mientras me miras y analizas cada uno de mis gestos y todo lo que pasa por mi cabeza pasa por la tuya, como si hubiésemos pulsado a la vez el On.
A veces miro hacia atrás y te veo.
Te veo diciéndome adiós, dándome un beso de buenas noches y deseando que llegue de nuevo el sol para poder borrar ese adiós y dedicarme un nuevo hola hecho de cuatro simples letras pero lleno de un nuevo día.
A veces miro hacia el frente y ya no te veo; por eso, siempre que puedo y aunque me choque de bruces con quien aparece delante, vivo mirando hacia atrás.
Que ha pasado aquíiíí que se ha quedado parado? :P
ResponderEliminarwow, ¿así que hay alguien que se aburre tanto como para leer lo que escribo? Grata sorpresa María ;)
ResponderEliminarVengo a comentar, me parece, vuestra primer entrada; así contribuyo en algo a que... vuelvas a mirar atrás ¡adelante! Un abrazo.
ResponderEliminar